La gestión de almacenes se define como el proceso
de la función logística
que trata la recepción, almacenamiento y movimiento dentro de un mismo almacén
hasta el punto de consumo de cualquier material – materias primas, semielaborados,
terminados, así como el tratamiento e información de los datos generados. La
gestión de almacenes tiene como objetivo optimizar un área logística funcional
que actúa en dos etapas de flujo como lo son el abastecimiento y la
distribución física, constituyendo por ende la gestión de una de las
actividades más importantes para el funcionamiento de una organización.
El objetivo general de una gestión de almacenes
consiste en garantizar el suministro continuo y oportuno de los materiales y
medios de producción requeridos para asegurar los servicios de forma
ininterrumpida y rítmica.
La Gestión de Almacenes se sitúa en el Mapa de
Procesos Logísticos entre la Gestión de Existencias y el Proceso de Gestión de
Pedidos y Distribución. De esta manera el ámbito de responsabilidad (en cuya
ampliación recae la evolución conceptual del almacenamiento) del área de
almacenes nace en la recepción de la unidad física en las propias instalaciones
y se extiende hasta el mantenimiento del mismo en las mejores condiciones para
su posterior tratamiento.
Basado
en: Manual Práctico de Logística - PriceWaterhouseCoopers
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Vale la pena recordar que la función de la Gestión
de Almacenes termina cuándo las unidades pasan a ser pedido, a partir de
entonces la responsabilidad pasa a la Gestión de Pedidos y distribución.
OBJETIVOS
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Maximización
del volumen disponible
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Minimización
de las operaciones de manipulación y transporte
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BENEFICIOS
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Reducción
de tareas administrativas
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Agilidad
del desarrollo del resto de procesos logísticos
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Optimización
de la gestión del nivel de inversión del circulante
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Mejora
de la calidad del producto
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Optimización
de costes
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Reducción
de tiempos de proceso
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Nivel
de satisfacción del cliente
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